sábado, febrero 12, 2005

¿A quién le gusta caminar?

Hoy en la mañana caminé hasta casa de mi mamá para dejarle un rato a las perras en lo que voy a escalar. Me acordé de lo saludable que es dar una caminata de vez en cuando. Siempre que lo hago resulta ser una excelente terapia de reflexión. Camino mientras pienso y repienso ciertos asuntos, mientras examino las posibilidades de tal o cual acción. Es una rutina.
Hoy por ejemplo, reflexionaba un poco sobre el asteroide 2004 MN4, que alcanzó el grado primero en la escala Torino de riesgo de impacto de asteroides, tal vez a ocurrir el 13 de abril de 2029. Pensaba que todos nuestros problemillas podrían quedar totalmente olvidados. La pequeñez del hombre sería tragada por una de las manifestaciones más agresivas y catastróficas de la naturaleza. Yo la verdad no sabría bien que hacer. Pero concluí que aún quedan veinticuatro años para pensarlo.
Sin embargo, de inmediato mis pensamientos se orientaron a mi deseo de emprender buenas caminatas en el campo. Tengo ganas de perderme un rato por alguna sierra. Pronto serán las vacaciones de Semana Santa y me he puesto el firme propósito de aventarme una larga caminata por algún lado. Un campamento. Volverme a tumbar de espaldas a disfrutar de las estrellas e imaginarme que 2004 MN4 viene por ahí, por algún lado allá en el fondo. Quiero otra vez respirar aire puro. Quiero encender una fogata. Quiero saltar en un lago o -si se pudiera- desde una alta roca al mar. Ya les contaré detalles. ¿Alquien se anima?

viernes, febrero 11, 2005

No se espanten, soy yo.


Esta fue una dura semana. Casi alcanzo las ochenta horas.
Estoy muerto. Sin embargo, aún me quedan algunos ánimos
para sonreír y tener en mente el momento de entrar en mi
cama, a un lado de la Caph (tengo que confesar que ahorita
quisiera intercambiarle el lugar de Caph a una chica que
conozco, pero eso es otra historia). También llevo a mis
amigos en mi mente, acompañándome entre sueños.
Espero que todos tengan un buen fin de semana.
Vuelvo mañana. Posted by Hello


Este es uno de mis lugares favoritos en este planeta. De nuevo lo estoy frecuentando. De nuevo degustando un poquito del jugo de la vida (aparte del Jumex). Quince años y aquí sigue. Gracias Tama Rockstar. Posted by Hello

jueves, febrero 10, 2005

La Casita

En el 460 de la calle Álamo Plateado vivía uno de mis mejores amigos: El Chuy. La casa mayor, la que contenía a "La Casita", fue alguna vez un kinder en donde seguramente muchos niños aprendieron a leer, a abrocharse las agujetas, a ir al baño.....En la época que a mí me tocó, aprendimos cosas completamente diferentes, como a dar los primeros besos (que luego evolucionaron a "fajar"), las primeras borracheras (que a su vez evolucionaron en pedas alucinógenas) y algunas otras cosas que por discreción, creo que dejarè para los audaces -o curiosos- que sigan leyendo estas líneas. La Casa de Chuy era el cuartel general, la casa común, el refugio de todos nosotros, los amigos de Chuy y también los brothers de su hermano, Germán. Era un edificio de un solo piso que abarcaba unos 20 metros de fachada, la verdad era bastante grande. Sobretodo al considerar que contenía una alberca y un enorme y precioso jardín con una jacaranda que daba agradable sombra todos los días del año. La entrada se encontraba justo en la parte media de la fachada (que se sumergía unos cuantos metros al comenzar la casa) al cabo de bajar unos cinco escalones. Tras la puerta estaba el recibidor, que daba directamente a la sala. Del lado izquierdo estaba un pasillo que daba a las recámaras (en alguna vez pequeños salones) y al fondo llegaba uno a la estancia, grande y siempre poblada de los cuadros y esculturas de su papá. La cocina asomaba a la derecha, siempre concurrida y milagrosamente siempre bien abastecida -a pesar de nuestros continuos asaltos. De la estancia salía uno al jardín, que abarcaba posiblemente la mitad -o más- de todo el terreno y que además tenía una pequeña casita de juegos originalmente pensada para el recreo de los pequeñuelos.
Cuando tomamos posesión de la casita, la hicimos nuestro lugar de reunión, de pláticas y al final acabó como el cuarto de ensayos de La Última Versión.
Tengo tantos recuerdos de esa casita, como la vez que pintamos con spray y todos acabamos hasta la madre. También cuando llevé una colección de revistas porno que causaron sensación. El "Alcoholy Queen" y la creación del apodo del "Lagarto". El grito desgarrado de "¡maaalooo!". Don Chapis gritando: "¡Organícence muchachos!". Una Brozza primitiva girando alrededor de la alberquita para hacer olas. La vez que casi nos apañan fumando y me la saqué con el pretexto de que la puerta estaba mordiendo el cable del teléfono. La vez que sí logramos el cometido, y de tal forma, que a Fer se le olvidaba respirar. Las esculturas en proceso. Las hermosas pinturas que me viajaban y me hacían reflexionar. La primera vez que ví "Urotsukidoji". El Voltron tratando de violarme mientras yo subía una bocina para la tocada de la noche. La increíble cantidad de gente que asistió esa misma noche. Pepe, Cheno, Germán, El Rich, el Cantarel y el resto de la banda cobrando las entradas o cobrando las cervezas junto con las novias de todos nosotros. Los partidos de Ping-pong. El verano que Gallo y yo pasamos sumergidos en alcohol. Los tacones de la tía Paz y sus pláticas eróticas. La inmensa biblioteca. La tienda de skate que luego fue papelería y tiendita. La sesión de fotos en los hoyos (y la increíble historia de su creación). Los fantasmas. La vez que jugamos a la Ouija y se nos fue la luz a todos (¡hasta a los que estábamos haciendo trampa!). El toquín adentro de la alberca que en los últimos años no recibió ni una gota de agua. Los perros y el ganso (¡ah! y el perico). El volantín de bola y la resbaladilla bajo la jacaranda. El horno de barbacoa. La vez que allanamos un antiguo recinto común. La segunda vez que nos pusimos hasta el moco pegando alfombra en las paredes de la casita con resistol cincomil. El exacto día del ensayo en el que llegaron las españolas, que tanto cambiaría mi vida. También recuerdo "escenas románticas" con algunas chicas, de las que me quedan los más dulces recuerdos de descubrimiento, de profanación, de familiaridad. Ahora que no recuerdo muchas cosas, estoy seguro que Los Brozzos se están acordando de muchas otras más (ojalá las dejen por aquí escritas) y se me hace un breve nudo en la garganta. Toso un poco y termino de escribir:
Todo eso queda ahora en la memoria. Ese lugar mágico desapareció tras algún tipo de interés comercial. Sin embargo existe. Es parte de mí como lo es de las diez personas que más quiero. Que vivimos ahí emociones y tristezas, enojos y alegrías. Un lugar que nos hizo y nos permitió integrarnos como lo hicimos. El lugar que vió nacer a La Brozza, que prestó sus instalaciones para la firma de la constitución Brozzil. El lugar que hoy recuerdo con infinito amor y no poca tristeza. Porque me hace recordar que hace quince años la vida era otra cosa, otra perspectiva. Hoy le rindo tributo a la casa grande, a la tiendita, a la alberca, al jardín y sobre todo a la pequeña casita de ensayos de Los Álamos.

Mi Patria


A veces duele que alguien externo se dé cuenta de cosas que pasan dentro de nuestro "círculo", llámese de amigos, familiar o nacional. Leyendo a Turner, descubrí esto que escribió a principios del siglo pasado: "México tiene dos millones de kilómetros cuadrados. Hectárea por hectárea es [por ejemplo] tan rico, si no más, que los Estados Unidos. Tiene buenas bahías en ambas costas; se halla casi tan cerca de los mercados mundiales como [por ejemplo] los Estados Unidos. No hay razón natural o geográfica para que su pueblo no sea tan próspero y feliz como cualquier otro del mundo. Es un país más viejo que los Estados Unidos y no está sobrepoblado..... Sin embargo, al ver el corazón de México, es inconcebible que pueda haber en el mundo pobreza más extrema..... México es un pueblo muerto de hambre; una nación postrada. ¿Cuál es la razón de ello? ¿Quién tiene la culpa?".
Esto fue escrito hace casi cien años. Tal vez la situación actual no sea la misma, pero tampoco es muy diferente. Aún está mi patria enferma. Aún el gobierno se aprovecha de nosotros. Aún el pueblo sufre y pasa hambre. ¿Será que viene la segunda revolución? ¿Será que nunca hubo una primera?. Amo a mi país y me duele verlo "postrado". Me duele ver que aún estamos detrás. ¿Hasta cuándo vamos a decir: "Qué difícil está la situación" o "La cosa está muy dura"? ¿Hasta cuándo vamos a estar en crisis? No sea que ya sabían nuestro destino los Aztecas, cuando susurraban al oído del recién nacido: "Bienvenido al mundo. Has venido aquí a trabajar y a sufrir. Bienvenido".Posted by Hello

Jessie


Esta es mi pequeñita.
Jessica en su primera
cita con el pediatra.
Me gusta esta fotillo
por la pose "artemarcialista".
Enero de 2005. Posted by Hello


En algún lugar de los alrededores de la Ciudad del Caos. Disfrutando la compañía de buenos amigos y deliciosa comida. Casa de los papás Soler, 2004. Posted by Hello


Una especie de vaga tranquilidad me inunda de repente. Por momentos mi mente hace pausa y puede contemplar el mundo de nuevo. Los saludo desde aquél lugar. Posted by Hello

miércoles, febrero 09, 2005

New and Old


A new time, a new landscape, the same guy, the same life. It is just a different perspective. Ah! and yes.....a different dress code. Posted by Hello

Cuando uno descubre el Mundo

No hay espera, no hay intriga,
el mundo se entrega a nosotros
como se da una mano amiga.

Hay cada día una sorpresa
cuando sin esperar nada, esperas
y "Sorpresas te da la Vida".

Voy viajando sobre un río,
sin congoja ni frío
un miedo sin malestar
voy a donde quiero estar.

De la gente veo los ojos
y me atrae su sonrisa
el mundo se modifica
sin abruptos y sin prisa.

Puede que no sepa nada
que siga equivocado
no queda del pasado un bocado
ni a mi lado un alma alada.

Pero hoy me hiciste recordar
Que a este mundo lo hacemos todos
una combinación de muchos modos
una esperanza de amar.

Hoy descubro de nuevo el mundo
de nuevo soy un vagabundo
de nuevo me llega la llama
que inicia mi combustión.

lunes, febrero 07, 2005

Blogging

A veces veo mi blog y parece que es una larga secuencia de quejas y malestares. La vida no debería de ser así, sin embargo lo que escribo aquí es un reflejo lo que ahora pasa -según mi parcial punto de vista- y no me queda de otra. Sin embargo las cosas estarían mucho peor si no fuera por mis amigos. Me imagino a veces que Tonya lee mi día a día, o que Xavier le pregunta a Rocío su parecer sobre tal o cual idea (que seguramente ella leyó antes y sabe perfectamente de lo que habla) que apareció en el blog. A veces me imagino a Joao leyendo en silencio y evocando recuerdos. Sé que los Brozzos no pierden oportunidad de echarle una ojeada -algunos bien seguido, otros no tanto. A veces pienso en Alejandra, que tal vez aún le pica un poco la curiosidad de pasar por aquí. Casi siempre me pregunto qué pensará Carolina cuando lee estas líneas, pero siempre que pienso en ella suspiro. Una que otra noche me imagino que Silvia trata de descifrar los textos en español. Diario se me ocurre que ya le dije a alguien que cheque el blog y no me acuerdo (¡Ah! Ya me acordé que me he estado preguntando si Cherra ya lo hizo). De vez en cuando veo a Marcela moviendo los ojos sobre la pantalla. De repente me acuerdo que Román tiene el blog bookmarkeado(sobretodo porque sé que él muy de repente se acuerda), aunque no por eso me pesa o me acongoja -a mi querido Román lo quiero demasiado. A veces me pregunto si Jennifer llegará algún día a leerlo. Por supuesto que puedo ver a Toño, aunque me parece que lo hará más en el futuro. Yo creo que Mary Tere va a tardar mucho tiempo en echarle una ojeada. En fin, a veces me vacío por entero en este libro y los que me conocen lo saben. Soy un clavado. Me quedo intensamente aferrado a algo antes de pasar a otra cosa. Yo no me ando con medias tintas, dirían por ahí. Pero me da gusto saber que estás leyendo algo que me salió del alma y tal vez está entrando en la tuya.

De Madrugada

Desde el sábado mi compañía en las nochas ha sido la Caph. Su cuerpo calientito me retiene en la cama hasta que ha estado a punto de hacerse tarde.
Ayer no me costó mucho trabajo levantarme. Fue un día parecido a un sueño en donde toqué la batería unas cinco horas y después me distraje un poco viendo el Super Bowl XXXIX en la casa del embajador de Estados Unidos en México, entre meseros apurados llevando bebidas y canapés, tomándome fotos con las cheerleaders de los Broncos de Denver, hablando de todo y de nada con mi buen amigo Claudio.
Así que fue un fin de semana curioso y enternecedor en donde vuelvo a acostumbrarme a la soledad. Hoy me levanté más temprano que de costumbre y tomé casi la misma ruta que solía recorrer camino a la preparatoria. Me ví a mí mismo como hace quince años: entrando en la estación Camarones aún cubierto por la noche, con mi mochila en la espalda y un libro bajo el brazo. Me bajé en la estación Auditorio y el alba comenzaba a asomarse entre el Hotel Nikko y el Presidente Intercontinental. Con la velocidad vertiginosa del clásico ruletero, en menos de cinco minutos ya caminaba a un lado del Ángel de la Independencia, internándome en la Zona Rosa.
Hoy vuelvo a mi rutina, un poco variada por tantos cambios, pero aún resignada y constante: la vida diaria del trabajo, de sol a sol, como dicen. Hoy no siento una angustia terrible ni un miedo aplastante. Es sólo una especie de pausa, de respiro. El corazón se me encoge por las emociones y la vida, que vuelve a salir por detrás de un telón hasta ahora cerrado. Es hora de que participemos en la función. Muchas cosas aún están en mis manos y las ganas de vivir no me han abandonado. Hoy empiezo una nueva época, llena de sentimientos encontrados y de ideas opuestas. Hoy empiezo a librar otra batalla dentro de mi guerra interna. Pero la recibo con los brazos abiertos porque -sea como sea- siempre será bueno seguir luchando contra uno mismo y contra la vida, llevándonos la contraria.
Es bueno tener algo porqué vivir. También para este caso, pretextos hay muchos.