Blogging
A veces veo mi blog y parece que es una larga secuencia de quejas y malestares. La vida no debería de ser así, sin embargo lo que escribo aquí es un reflejo lo que ahora pasa -según mi parcial punto de vista- y no me queda de otra. Sin embargo las cosas estarían mucho peor si no fuera por mis amigos. Me imagino a veces que Tonya lee mi día a día, o que Xavier le pregunta a Rocío su parecer sobre tal o cual idea (que seguramente ella leyó antes y sabe perfectamente de lo que habla) que apareció en el blog. A veces me imagino a Joao leyendo en silencio y evocando recuerdos. Sé que los Brozzos no pierden oportunidad de echarle una ojeada -algunos bien seguido, otros no tanto. A veces pienso en Alejandra, que tal vez aún le pica un poco la curiosidad de pasar por aquí. Casi siempre me pregunto qué pensará Carolina cuando lee estas líneas, pero siempre que pienso en ella suspiro. Una que otra noche me imagino que Silvia trata de descifrar los textos en español. Diario se me ocurre que ya le dije a alguien que cheque el blog y no me acuerdo (¡Ah! Ya me acordé que me he estado preguntando si Cherra ya lo hizo). De vez en cuando veo a Marcela moviendo los ojos sobre la pantalla. De repente me acuerdo que Román tiene el blog bookmarkeado(sobretodo porque sé que él muy de repente se acuerda), aunque no por eso me pesa o me acongoja -a mi querido Román lo quiero demasiado. A veces me pregunto si Jennifer llegará algún día a leerlo. Por supuesto que puedo ver a Toño, aunque me parece que lo hará más en el futuro. Yo creo que Mary Tere va a tardar mucho tiempo en echarle una ojeada. En fin, a veces me vacío por entero en este libro y los que me conocen lo saben. Soy un clavado. Me quedo intensamente aferrado a algo antes de pasar a otra cosa. Yo no me ando con medias tintas, dirían por ahí. Pero me da gusto saber que estás leyendo algo que me salió del alma y tal vez está entrando en la tuya.
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