martes, febrero 01, 2005

Perspectiva

A veces sucede que la soberbia nos levanta de nuestro asiento. El ego nos da la mano y caminamos ciegamente en un camino que se convierte en un intrincado laberinto, un callejón sin salida.
No quiero juzgar. El juicio nos amordaza, nos ciega, nos corrompe. A veces esperamos demasiado de la vida o de las personas y no alcanzamos a ver que su propia naturaleza no da para tanto.
Hoy quisiera no desear tanto de la vida, o más bien, no esperar tanto de la vida (o de las personas). Si al menos pudiera conformarme......domar a mi naturaleza......vaciarme.....
Hoy estoy frente a un dilema, entre esperar y frustrarme o no esperar y conformarme. Este nudo Gordiano está esperando que mi espíritu alce la espada, pero ese es el problema, que está -como aún la mayor parte de mi ser- esperando, esperando y esperando.
¿A qué hora voy a hacer algo? A veces hago, a veces no hago, pero el resultado está siendo el mismo. No hay criterio válido, no hay punto de referencia, no hay lineamientos. Andamos por la vida con el manual extraviado y el soporte técnico fuera de servicio. Pobres ignorantes....afortunados ignorantes....saber o no saber, reconocer u olvidar, andar o desandar. A veces quisiera no saber nada, porque la ignorancia es una bendición. Pero una vez más, todo depende de la perspectiva.