martes, noviembre 01, 2005

No Estás Deprimido II

Parte III

No estás deprimido, estás distraído de la buena información, inevitable para una buena vida: Salomón o Borges en lugar del periódico, Mahler o Bach en lugar del televisor, amistades inteligentes y positivas en lugar de perdedores por indolencia e ignorantes desdichados por su propia decisión. De este modo recibirás la mejor energía, la esencial, porque el crecimiento es natural de la vida. El movimiento constante es su causa. Y para estar listos para los cambios debemos estar libres y atentos, con las herramientas preparadas para ejecutar cuando las energías pasen por nosotros. De lo contrario se esfumarán como el humo que sale de las chimeneas. Por eso es conveniente estar cerca de los que son buenos receptores, los despiertos, los curiosos, como: Bertrand Russell, Shopenhauer, Ashbury, Bradbury, Eco, Paz, Krishnamurti, Osho, por hablar de los más cercanos.

El secreto de Einstein era seguir a las cabezas más altas que la suya. Como el secreto de Cambert fue meterse en todos los rincones de la historia. Sólo la inteligencia puede detectar cómo se entrelazan las cosas de la vida. Sólo la inteligencia puede conectarnos con el universo, hasta comprender que somos parte de él, por lo tanto tenemos su misma energía.

Nada se repite, por eso hay que vivir ahora. Y la vida entera está en cada acto, cómo todo puede nacer de un solo átomo. Y la inteligencia es la que ve antes de ver, la que escucha antes de escuchar, la que sabe a dónde va lo que se está diciendo o haciendo. Las grandes consecuencias de la mínima actitud. Y sólo el que está presente puede comprenderlo todo, el que bebe directamente de la fuente de lo esencial, por eso sabe que todo puede suceder. Por eso nada lo aflige, es más, al aprender de los errores los transforma en aciertos.

Nadie tiene derecho a la ignorancia, por eso lo pagará caro y lamentablemente ensombrecerá el camino de todos, por lo tanto la ignorancia es una manera inconsciente del mal. Como el ideólogo, que al separar puede llegar a provocar una guerra. Pero el sabio sabe que la tarea es hacerse cargo de uno mismo y armonizar diferencias porque separar, además de empobrecer es un suicidio, por esa razón hay muertes hasta en las canchas de fútbol. El sabio no separa porque todo es parte del todo. Sólo está atento para ver las conexiones. Alguna vez canté que se mueve alguna estrella cuando arranco una flor. El sabio está en el río que une todo, en la energía que lo entreteje todo. El sabio sabe que es un sueño más de Dios hecho realidad (salvo que lo que llamamos realidad sea otra manera del sueño). Donde el ignorante ve dos cosas, el sabio ve una, y esa una es la verdad. El sabio se ve en lo que ve, es iluminado e ilumina, es consciente de que él también es luz, es decir, el estado más elevado del ser (lo que llamamos muerte es el estado más sutil de la luz).

Si quieres vida vive en paz, si quieres muerte vive en guerra. Cuida cada palabra porque estamos estructurados en palabras. No hieras ni ofendas a nadie porque, de uno en otro, puede volver a ti transformada en una bomba.

San Agustín aconsejaba: “Sólo pide Justicia, pero sería mejor que no pidieras nada”. O dicho de otra manera: No interrumpas con tu pequeña cabeza la grandiosa obra del Señor. Al que San Francisco pidió “Haz de mí un instrumento de tu Paz. Que donde haya tristeza yo lleve alegría, que donde haya oscuridad yo lleve luz, que donde haya odio yo lleve amor”.


Parte IV

La oración dilecta de mi madre dice: “Señor, te pido perdón por mis pecados, ante todo por haber peregrinado tus muchos santuarios olvidando que estás presente en todas partes, en segundo lugar te pido perdón por haber implorado tantas veces tu ayuda, olvidando que mi bienestar te preocupa más a ti que a mí y por último te pido perdón por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando mi corazón sabe que mis pecados me son perdonados antes que los cometa (tanta es tu misericordia, amado Señor)”.

No te agotes compitiendo. Dios sabe lo que es para ti y el dato está en tu corazón, entonces haz lo que amas, no hay otra manera de vivir. El mismo amor que me trajo, te trajo, por eso es un error decir que hacemos el amor. El amor nos hizo y nos modela día a día. Y esto depende de lo blando, de lo abierto que estemos.
Y por ser obra del amor, el ser humano es maravilloso. A él le debemos el pan, el queso, el vino, la música, la pintura, los aviones y las computadoras, entre tantas cosas. Y si el hombre es lo que ama, somos todo lo que fue, lo que nos hizo posible: desde Buda hasta Rembrandt, desde Mozart a Picasso, desde Copérnico a Freud. Somos el viento que refresca y la lluvia que renueva, somos la nieve del invierno y las flores de la primavera, somos la luna, el sol, somos otro fruto de Dios.

Yo soy un recién nacido, pero por la experiencia que guardó mi memoria ya no quiero herir a nadie. Porque sé que la agresión trae enfermedad, es decir que complica más las cosas. Somos parte de la misma cosa, por lo tanto si te hago mal, me hago mal.

Antes me movía la razón, que es subjetiva; ahora el amor, que es la razón del universo. Pero no perdí el fuego. Es más, ahora tiene mayor calidad porque antes quemaba y ahora ilumina. Es decir que pasé de destructor, a constructor.

Al pobre le hablo de esperanza y al rico de conversión. La esperanza salvará al pobre y la conversión purificará al rico. La esperanza del lado del pobre y la conversión del lado del rico acercarán a nuestros hermanos y yo vine a trabajar para ese encuentro. Y cuando todos se junten no habrá cerraduras en las puertas ni habrá fronteras. Entonces todos compartirán todo, por lo tanto reinará el buen humor: Clinton y Castro jugarán tenis en Cancún y Hussein llevará a sus hijos a Disney World.

No estás deprimido, estás distraído de la paz. Por eso te pregunto: “¿Cuándo vas a dejar de pelear para comenzar a vivir? Porque no se pueden hacer las dos cosas a la vez”. Me preguntas “¿cuándo volverá Jesús?” Y te digo que nunca se fue, que siempre estuvo en tu corazón, sólo tienes que callar a la cabeza y escucharlo.

Nadie se hace la gran pregunta: “¿Quién soy?”. Todos siguen cumpliendo un papel, generalmente decidido por los demás, como el éxito o el fracaso. Todos son lo que se ve, sus cuerpos o sus logros materiales.


Parte V

Y las cosas materiales son tan importantes, que los amores que comienzan en los parques terminan en los tribunales. Todos ejercen la mendicidad de alguna manera: olvidando o no enterándose jamás que son príncipes, parte de un universo extraordinario al que olvidan por pequeñeces locales, parroquiales, a veces sólo familiares.

Reconozco muchas caras y conozco algunos nombres, pero pocos individuos que sepan quiénes son. Me preguntas dónde puedes encontrarme y te digo “En cualquier parte”, porque soy parte del Universo.

El nombre y el oficio son distracciones. Cárceles. Limitaciones. Un camino que nos marcan y que seguimos ciegamente. Tan ocupados que jamás nos detenemos a pensar quienes somos. Y El Espíritu, que es lo que somos, no acepta condiciones. Por eso no hay que confundir lo material con la realidad. Por lo tanto no hay fronteras, aunque la mayoría las necesite por miedo a lo infinito. Por eso inventó instituciones como el Matrimonio, el Nacionalismo, los Ideales, la Patria. Estacas a las que se ata para no tener que vivir la totalidad.

La casa de uno es uno, por eso yo estoy bien en todas partes. Y a mi casa entran y de mi casa salen pensamientos y sucesos constantemente. Y si mi casa soy yo, que soy parte de todo, mi casa es este mar y esa playa, esos delfines y este hotel, esta silla y aquél velero que deja una estela blanca sobre el turquesa que inventa la luz, que también es mi casa, como las sombras que pueblan los laberintos de las mentes de los locos, que también son mi casa, como la música de Mahler y la pintura de Cézanne, los cigarros de Chez Davidoff y el Rock & Roll.

No puedes mover a tu cuerpo porque está demasiado cargado de pasado. Olvida hasta tu nombre y comienza de nuevo en este momento. E inmediatamente sentirás que vives en un mundo maravilloso.

Cuando sientes que no eres lo que piensas, puedes volar.

El principio y el final, es decir la vida y la muerte son invenciones de la mente. Como sufres cuando se va tu hijo porque te acostumbrarte a pensar que eras sólo padre. Deja al pasado de lado y sentirás toda la vida. Sólo las moléculas se disuelven. La conciencia no muere con la materia.

El sol y la luna son hermanos. Los animales y las plantas son nuestros hermanos porque todos somos criaturas del Señor. Entonces nuestras obras son nuestras hermanas, hermanas del sol, la luna, los animales y las plantas. Y si digo nuestras obras digo la pintura, la música, la literatura, los automóviles, los aviones, los teléfonos, las computadoras…


Parte VI

No busques afuera lo que no tienes adentro. No puedes pedir Amor si no lo diste. No puedes pedir Justicia si no fuiste justo. No puedes buscar Paz afuera si no la tienes dentro.
Pero no hay apuro: Tienes a la eternidad delante. Además el trayecto suele ser más emocionante que la llegada (si es que se puede llegar a alguna parte). Entonces lo sensato es recomenzar a cada instante. Y sin impaciencia desaparecerá la violencia.

La vida le gana a la muerte, por eso nace más gente de la que muere. Y nacen más en los países pobres que en los países ricos, ocupados en fabricar armas para matar a la mayor cantidad de gente posible. Tarea grosera e inútil porque la vida vence a la muerte, que al fin y al cabo es una manera de recrear. Por eso el Arte, que es una fiesta, sigue inventándole fábulas a la vida para llenar de esperanza a la gente y esto en un lenguaje que nos llega a todos: La Belleza.

La Paz hace nacer pueblos y enriquece a todos. Pueblos que se comunican entre sí gracias al Arte que no tiene fronteras. Pueblos que no dejan de elevarse como Manhattan, un desaforado mondrián de acero. Pueblos que flotan graciosamente como Ámsterdam. Pueblos de rincones luminosos como París, al que Cortázar pudo ver desde Buenos Aires y Henry Miller desde New York. Pueblos como Sevilla, apoyados en el canto. Pueblos como Copenhague, de plazas congeladas para que vuelvas a los hogares, donde los leños ardiendo son la mejor compañía de Ravel. Pueblos como Zurich, de cajas fuertes rodeadas por lagos y cisnes (fue una tragedia para Salvador Dalí la muerte del suyo).

En la Paz todo es creación, es un “Vivir en Arte”. La Paz me sonríe, me envuelve con su aire fresco. La Paz me hace gozar como nadie al sol de todos. Por la Paz mi canto se eleva muy alto y allana los rincones más bajos. La Paz es el poema que mejor me modela. En la Paz mis hermanos trabajan la tierra y mis hermanas tienen hijos. En la Paz se siente cómoda la libertad y es fácil la Justicia. La Paz es una flor donde están todas las primaveras. En la Paz nos miramos a los ojos y compartimos todos nuestros sueños, por audaces que sean. En la Paz uno es uno mismo, sin esfuerzos. En la Paz todo me da derecho a sentirme Hijo de Dios.

No seas desagradecido. Piensa cuántas cosas tuvieron que conectarse desde lo más recóndito del universo para que fueras este que eres. Para que pudieras ser la ciudad donde vives. Piensa cuántos millones de años tuvieron que pasar para que tuviéramos conciencia de la maravillosa inmensidad que nos rodea, de la que somos parte. “Yo soy nosotros” dice Marco Constandtze, que tiene una visión transpersonal, es decir, que ya está en la Nueva Era.

Abre los ojos de tu corazón y lo verás a Dios, que es lo que nos habita cuando estamos concientes, entonces sentirás que El Espíritu se recreó hasta llegar al hombre, que llega a tener conciencia de Dios. El hombre, en el que se repite toda la evolución. Somos el final de una cadena extraordinaria que tiene quince mil millones de años. Tal vez seamos el objetivo de la creación entonces nuestra religión es universal.

Arriesga. La vida es cambio permanente, por eso siempre te da revancha. Recuerda que el que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada.

El Final

A veces hay que cambiar y moverse. Por más que quise escribir de nuevo, no pude. Necesito hallar otro tipo de inspiración. A veces este blog me trae demasiados recuerdos. En fin.
Seguiré por ahí y a la gente que siempre ha estado ahí le llegará la información de ese lugar de la misma manera que le llegó el de este. Quien está cerca de mí sabe cómo localizarme. De cualquier manera, es posible que vuelva por aquí de vez en cuando. Muchas gracias a todos los que dejaron sus palabras o sus pensamientos (/o ambos) en este blog. Cumplió su cometido. Gracias de nuevo.

Por cierto. Xavi, mi hermano....de nuevo eres el gatillo que detona esto que traigo adentro. A tí te debo más que a nadie el ser mi inspiración y mi guía. La amistad no tiene fronteras brother. Caminando en la selva de Costa Rica, me sigues platicando a un lado. Dándome tu ejemplo y tu amistad eterna. 23 años de conocerte y aún me enriqueces tanto...Chido, Carnal.