viernes, enero 07, 2005

El Kybalión

Mientras buscaba mi copia de Más Allá del Bien y del Mal entre unos libros, hallé una obra bastante impresionante por su contenido: Filosofía Hermética del antiguo Egipto y Grecia. Ocultismo en una forma arcana y a la vez profunda e increíblemente perenne.
Inmediatamente quise leerlo, como encontrando una efímera fuente de conocimiento, un manantial a punto de secarse. Pero no hay prisa, realmente.Debo terminar algunas lecturas pendientes: Los Detectives Salvajes, de Bolaño; luego Plataforma, de Houellebecq; luego México Bárbaro, de Turner; luego Primavera de Luto, de Millás, después Piel del Cielo, de Poniatowska y finalmente El Amante, de Duras. Esa es mi lista de espera. Vámonos por partes, ¿no?. Yo soy de esas personas que leen los libros uno por uno, nunca lectura poligámica, no señor.

Creo que esa es una de esas cosas que nos dividen a la humanidad en dos: como también la cuestión de los que les gusta el cereal remojado y a los que les gusta crujiente.

Sin embargo, apenas lo hojeo un poco y me salen al acecho frases que me dejan perplejo por su profundidad. Los dejo con un par mientras tanto:

"Todo fluye y refluye, todo asciende y desciende; la oscilación pendular se manifiesta en todas las cosas; la medida del movimiento a la derecha es la misma que la de la oscilación a la izquierda; el Ritmo es la compensación".

"La mente, así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental".


El Kybalion.

lunes, enero 03, 2005

Jessica o Yesica

Este nuevo año me recibe con los brazos abiertos. Una amistad de hace años se puso en contacto conmigo para evocar recuerdos y hacerme suspirar entre otros pensamientos y reflexiones. 2005 empieza y con el una nueva perspectiva. Me hizo recordar, vivir de nuevo y anhelar más, aún más.

Me toca seguir aprendiendo a lo largo de este hermoso camino que me tocó recorrer. Enfrentando a las responsabilidades y sacando el mayor provecho de las circunstancias, convertir los fracasos en éxitos, seguirme descubriendo, escribir día a día en la hoja en blanco que soy cada mañana.

Hoy recibo al mundo con una sonrisa. Más porque tengo la mayor motivación del mundo, si no me creen, chequen esto:
Yesica.

Fe de erratas: El nombre de mi hija se escribe Jessica, no Yesica, pero bueno, al final sigue siendo ella misma: Mi niña.