viernes, octubre 08, 2004

Viernes nublado

Este es uno de esos dias fríos y extraños en donde te sientes un poco en un sueño. Te sientes extraño en un mundo conocido. Me siento a veces de visita en un mundo que era antes familiar.
Sin embargo no es malo. La vida siempre te tiene sorpresas preparadas. Personas que nunca te habías imaginado llegan a tu vida y se instalan en ella. Se vuelven parte de tí y de tu experiencia.
Me encanta hacerme de nuevo todos los días. Me gusta saber que no estoy completo o acabado. Que me faltan miles de cosas por conocer y saber, regiones que explorar y experiencias que vivir.
Por eso la vida es buena, porque hasta de lo malo aprendes y sales adelante como una persona nueva. Por eso la vida es buena, porque siempre te da revancha. Porque siempre eres un novato aprendiendo el arte del mundo. Aprendiz de la vida, me siento como una hoja en blanco, como un corazón sin usarse, como un recién nacido. No hay como vivir y vivir en uno. Soy -como decía Nietzsche- una flecha disparada hacia el otro lado de un abismo, en busca del Superhombre. Por supuesto nunca sabré si voy a llegar, pero soy la punta de la lanza, lanzada con las fuerzas del corazón.
Hoy sigo sin ver las cosas claras, pero me encanta porque es una oportunidad nueva de saberme vivo, de saberme incompleto, de saberme inquieto.
Por eso las nubes de hoy me traen una alegría diferente. Estoy bajo un cielo gris que tiene su propio sol indescriptible, su propia calidez tras el frío viento, su propio encanto.
Que bueno que vivo, que bueno que siento y que creo, que sueño y deseo, que aprendo y conozco. Este es el significado de la vida: seguir viviendo para lo que sigue, porque lo que sigue nunca acaba.