martes, octubre 05, 2004

Comienzo

Tenía tanto tiempo sin escribir......las palabras aún están atoradas entre mis neuronas. La muerte de un ser querido me motivó a expresarme. Esta necesidad inquieta de decir al mundo lo que pienso. Y es en esta ocasión que un amigo me ha llamado de las profundidades de la muerte para expresarme; para expresar que la fidelidad, la amistad, el amor, la inocencia son cosas que he aprendido de mis amigos los perros.
Cuando se ha ido alguno de mis cercanos amigos perrunos, lágrimas me vienen a los ojos. Y es que cómo quieren que no me pase esto si durante toda su vida sólo me dieron amor, cariño, comprensión, energía......
Los ojos y la mente se me nublan al recordar a Elvis, a Humo, al Tau y por supuesto, a la Nunki, a quien un tatuaje le hace homenaje en mi costado izquierdo. Compañeros incansables, amigos fieles, seres hermosos en toda la extensión de la palabra.
"Entre más conozco a las personas, más quiero a mi perro". Es tan cierto, que todos los días reafirmo la misma conclusión: si me fuera a una isla desierta, antes que muchísimas personas (siempre hay honrosas excepciones), me llevaría a un cánido (y cálido) amigo.
Gracias Evishín, gracias Humillo, gracias Tauciño, gracias Nunkaela.....gracias por enseñarme tanto y por acompañarme siempre, incluso hasta el final de sus vidas, gracias por recordarme que aún hay en este mundo seres que son todo corazón y seres que todo lo dan, gracias por ser estandartes de la amistad y la fidelidad, gracias por haber pasado por mi vida, dándome tanto cariño y protección. Son ustedes mi luz y mi guía, aún desde Mictlán.