lunes, febrero 14, 2005

Agujetas

En España se les llama así a los dolores musculares posteriores al ejercicio. Los típicos que se sienten al día siguiente de una buena sesión de actividad física intensa. Los dolores se sienten -por supuesto- en los músculos que se trabajan. En escalada es muy común sentir las agujetas en los antebrazos. Cuando esquías, sientes agujetas en TODO el cuerpo. La mejor manera de minimizar las agujetas es, por regla general, volver a ejercitar los músculos en cuestión (o en dolor) al día siguiente.
En México, sin embargo, las agujetas son los cordones que usas para atarte los zapatos. Simple y llanamente. Eso pensaba en la mañana, mientras las agujetas no me dejaban atarme las agujetas. Sincero pleonasmo que insistía en hacerme trabajoso mi arreglo matinal. Se me ocurrió una especie de modismo mexicovenezoespañol, algo así como naguara de agujetez al hacerme las agujetas. Carajo, seguro que en ninguno de los tres países me entenderían.
Es fantástico cómo un mismo lenguaje puede tener tanta riqueza de significados. A veces escucha uno hablar a cualquier sudamericano y parece que hablan en otro idioma. Tienen una especie de "cantadito" muy curioso (y seguro que ellos piensan lo mismo de los mexicanos) que dificulta también el entendimiento.
El idioma, las letras, los modismos. Estructuras extrañas que nos dejan comunicarnos e identificarnos. Código de ideas que viaja en sonidos, en papel, en el increíble espectro electromagnético, en pensamientos y en todo tipo de contacto físico. Simbología que ha trascendido a oficios y profesiones, el lenguaje es misterioso y mágico, místico y múltiple: Infinitamente variable y armonioso.
Hablamos y escribimos lo que somos y lo que queremos ser. El lenguaje es, finalmente, una fuerte plataforma de expresión que cada vez encuantra más formas de manifestarse. Desde lo real hasta lo fantástico, desde la emoción hasta la conciencia, desde la idea hasta el pretexto. Todo se vacía en estas letras de mi blog. Con plena conciencia de que a veces es leído, me sigue agradando la idea de expresar libremente cualquier comunicado en este curioso experimento de poner mi vida en palabras. El lenguaje lo ha hecho más interesante, lo han enriquecido ustedes con la retroalimentación a través de tantísimos medios. El lenguaje es simplemente formidable ¿no creen?